La infección por VPH es la más común de todas las infecciones de transmisión sexual (ITS). No tiene nada que ver con el Virus del Herpes Genital (VHS) ni con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). El VPH es tan frecuente que casi todos los hombres y mujeres sexualmente activos lo contraerán en algún momento de su vida. Normalmente, con un estado adecuado del sistema inmunitario o de defensa, se eliminará. Sólo la persistencia del VPH producirá alteraciones.
Hay muchos tipos distintos de VPH. Se ordenan en dos grupos:
El VPH se puede transmitir en cualquier tipo de relación sexual con una persona infectada: vaginal, anal u oral, más frecuente en los dos primeros tipos. El VPH se puede transmitir incluso cuando la persona infectada no presenta ni signos ni síntomas.
Se puede contraer el VPH incluso si se tiene relaciones sexuales sólo con una única persona. También es posible que los síntomas aparezcan mucho tiempo después de tener relaciones con una persona infectada, a veces años, lo que dificulta saber cuándo se infectó por primera vez.
Como hemos dicho antes, en la mayoría de los casos el VPH desaparece por sí solo, sin causar problemas de salud. Pero cuando no desaparece, puede causar condilomas (verrugas genitales) o cáncer.
Los condilomas son pequeñas verrugas en los genitales, aisladas o en grupos y, en ocasiones, son muy evidentes y grandes, adquiriendo forma de coliflor.
El VPH puede producir cáncer de cuello uterino y otros como el de vulva, vagina, ano (en mujeres y hombres) y pene. También en la garganta, base de la lengua y amígdalas (llamado cáncer orofaríngeo).
El cáncer suele tardar mucho tiempo en aparecer (a veces años), pero durante este tiempo la persona infectada puede no tener ningún síntoma.
No hay manera de saber qué personas con el VPH presentarán cáncer u otros problemas de salud, pero algunos tipos del VPH se han visto más relacionados. Sí sabemos que las personas con el sistema de defensa débil tienen más probabilidad.
Para reducir la probabilidad de contraer el VPH puedes hacer varias cosas:
La vacuna es la mejor manera de prevenir la infección por el VPH. No es obligatoria y en nuestra comunidad es gratuita en niñas en edad escolar: hasta hace poco a los 14 años y, desde hace poco, se realiza a partir de los 12 años. Los últimos estudios científicos apuntan la conveniencia de vacunar también a niños.
De cualquier modo, en principio, se ha visto que la vacunación podría beneficiar a cualquier mujer, independientemente de su situación. En especial si se detecta presencia de VPH en las pruebas de cribado como la citología.
La mayoría de las personas con el VPH no saben que están infectadas y nunca presentan síntomas o problemas de salud por el virus.
Si tienes verrugas genitales es seguro que tienes VPH. Como la infección inicial por VPH a nivel de cuello de útero no suele dar síntomas, existe una prueba de detección de VPH mediante el ADN del virus. Se puede realizar directamente, aunque lo habitual es realizarla cuando la citología de cuello de útero indica un resultado anormal.
La validez de esta prueba para detección de VPH en hombres y en otras localizaciones, como boca o garganta, de momento está en estudio.
Si tienes el VPH el embarazo no se altera, ni se produce ninguna complicación durante el mismo, aunque te aparezcan condilomas o alteraciones en las células del cuello de útero. Se puede realizar durante el embarazo una citología para la prevención de alteraciones por VPH, si ha pasado más tiempo del indicado por tu ginecólogo desde la última. Mira nuestras preguntas frecuentes para resolver tus dudas.
No existe tratamiento específico para el virus mismo (como en el caso de cualquier otro tipo de virus: gripe, varicela, etc). No obstante, existen tratamientos para los problemas de salud causados por el VPH:
Para finalizar, recordar que las mujeres que se hacen de forma periódica la citología de cuello de útero y tienen un seguimiento adecuado pueden identificar problemas antes de que aparezca el cáncer. La prevención siempre es preferible al tratamiento.