La primera visita al ginecólogo genera muchos temores, pero es importante que sepas que las revisiones ginecológicas preventivas son la mejor manera de saber si los cambios que empiezas a notar son normales. Para ello debes considerar visitar a un especialista que te explique y aclare todas las dudas que puedas tener.
- ¿Qué edad es la más aconsejable para mi primera visita?
No existe una edad obligatoria para visitar al ginecólogo por primera vez. Algunas chicas comienzan sus revisiones cuando notan algunos síntomas diferentes relacionados con la menstruación (más dolor, manchados fuera de la regla, etc.), pero a partir de empezar tus relaciones sexuales sería el mejor momento en el cual deberías tener tu primera visita.
- ¿Qué va a ocurrir en mi primera cita ginecológica?
El ginecólogo te realizará una serie de preguntas para poder elaborar tu historial médico o historia clínica. Te preguntará por tu salud sexual y te informará sobre los métodos anticonceptivos por si los necesitaras: debes estar informada para protegerte en tus relaciones y evitar un embarazo que no deseas, así como infecciones de transmisión sexual, la más extendida el Virus del Papiloma Humano. Previamente, te habrá preguntado por tus antecedentes médicos, familiares y personales. A continuación, te realizará la exploración ginecológica, pero antes te habrá informado de cómo la realizará y qué irás notando durante la misma.
- ¿Qué es la exploración ginecológica?
Consiste en la realización de una serie de pruebas para saber si tus órganos genitales están bien o existe alguna alteración. Como previamente se te ha explicado cómo se te va a hacer en tu caso concreto, tus temores serán menores. De todos modos, debes saber que no sólo tú, sino todas la mujeres de cualquier edad tienen un poco de miedo. Es normal, da un poco de vergüenza por el pudor y también por si se detecta alguna alteración. De todos modos, piensa que esta revisión es muy buena para tu salud y sólo dura unos breves minutos. Además, si eres muy pudorosa y/o tus molestias sólo son de tus órganos genitales internos (útero y ovarios) la exploración se podrá realizar únicamente realizando una ecografía a través del abdomen.En el resto de los casos, la exploración se hará de la siguiente manera:
- En primer lugar, te sentarás en la camilla ginecológica y visualizará los genitales externos para ver si existe algo anormal. Por ejemplo, a muchas de vosotras os preocupa tener los labios mayores un poco grandes y él te podrá decir si es normal.
- A continuación, se realiza la toma de citología de cuello de útero, que es la mejor prueba preventiva de las alteraciones en esa zona de tu cuerpo. También llamada Test de Papanicolau (médico que la descubrió), se lleva a cabo introduciendo en la vagina un pequeño aparato llamado espéculo hasta visualizar el cuello de útero. Inmediatamente después, utilizando una pequeña espátula de madera y un cepillito, se realiza la toma. Todo dura menos de un minuto y se obtiene una muestra de flujo que será remitida a un laboratorio especializado y sirve para observar las células al microscopio. En pocos días sabremos si el resultado es normal o existen alteraciones, que no dan síntomas normalmente y que se pueden tratar.
- El siguiente paso consiste en realizar un tacto vagino-abdominal: el ginecólogo, tras una exploración con las manos, sabrá si existe alguna zona inflamada o de diferente tamaño en el útero y los ovarios.
- Después es imprescindible realizar una ecografía y visualizar tus genitales internos. A través de una pequeña pantalla, el ginecólogo podrá ver si todo está bien. Tú también podrás verlo y él te irá indicando cómo son tu útero y tus ovarios.
- Para terminar, queda una exploración de tus mamas, que no es imprescindible, pero sí aconsejable. A veces se detectan algunos quistes benignos en tus pechos, que no te han dado síntomas y que se pueden tratar. Si fuera necesario, también se puede realizar una ecografía mamaria
Y eso es todo. Con seguridad se tarda más en la lectura de este texto que lo que él tardará en realizar la exploración. En un ratito podrás saber si todo está bien, que es lo habitual, o por el contrario si existe algo que al detectarlo se podrá solucionar.
Trata de elegir un ginecólogo de confianza. El examen será mucho más fácil y podrás preguntarle todas las dudas que te surjan.